Una perspectiva no-antropocentrada en el trato hacia los animales implica reconocer que los animales tienen valor intrínseco, independientemente de su utilidad para los seres humanos. Este enfoque se aleja de la visión tradicional en la que los intereses humanos son el criterio principal para determinar el valor y el trato hacia los animales.
Impactos de una perspectiva no-antropocentrada:
Reconocimiento de la individualidad y necesidades específicas de los animales
Promoción de prácticas más éticas en la producción animal
Fomento de la ciencia del Bienestar Animal
Reducción del especismo
Cambio en las políticas y leyes