Yo elijo participar en el Foro 1.
La Ley 14.346 fue innovadora para su época porque reconoce al animal como víctima y no solo como propiedad. Sin embargo, creo que hoy quedó desactualizada frente a nuevas miradas sobre el bienestar animal. No alcanza con prohibir el maltrato; también hace falta avanzar en educación, control y leyes que contemplen el sufrimiento en todas sus formas, incluso en prácticas “normalizadas” como la producción industrial.